De vez en cuando intento participar en algún taller o clase de manualidades. Personalmente, la práctica de la elaboración de objetos ha sido una salida relajante y creativa para mí. Es más que un simple taller; es un proceso meditativo que me permite desconectarme del estrés de la vida y sumergirme en un mundo de bienestar. No hay objetivos ni competencia: es un espacio donde cada persona aporta sus propias percepciones y habilidades, fomentando la colaboración y, a menudo, conduciendo a un intercambio de experiencias.
Estas son las razones por las que me dedico a la cerámica y otras prácticas (como coser, tejer, etc):
Encontrar mi interés creativo
El primer paso para disfrutar de un taller relajante es encontrar un espacio creativo adecuado. Me gusta comprobar qué tipo de clases ofrecen los estudios y si es algo que me gustaría hacer. Las reseñas y fotografías de otras personas son útiles para comprender la "atmósfera" del taller. Se trata de divertirse y conocer gente nueva mientras se pasa un gran momento terapéutico.
Un proceso consciente
La fabricación de cerámica, por ejemplo, exige toda su atención. Me encuentro plenamente involucrado en el proceso creativo y esta inmersión en el momento presente actúa como una forma de meditación. Me concentro en la sensación de la arcilla bajo mis dedos y en la transformación gradual de un bulto informe en una obra de arte.
La alegría del progreso
Encontré un gran "Taller" en Valencia donde las clases se ofrecen tanto en español como en inglés, y Robbie no podría ser un mejor instructor. El arte cerámico es una habilidad que debe perfeccionarse con el tiempo, pero toda la orientación y apoyo recibido en este taller fueron fundamentales para lograr la satisfacción personal de verme mejorar de una pieza a otra. Aprender nuevas técnicas y probar formas complejas contribuyó a mi sensación de logro.
La conexión
Trabajar con arcilla es una experiencia táctil. Esta fisicalidad es fundamental y contribuye a la relajación general del proceso, pero no olvidemos el aspecto sociable del mismo. La gente que conoces en las clases de manualidades es simplemente increíble; Todos tenemos historias que compartir y grandes experiencias y, como expatriado, es una oportunidad para hacer nuevos amigos con intereses similares.
Participar en talleres de artesanía se ha convertido en una piedra angular de mi rutina de relajación. Los aspectos meditativos, creativos y autoexpresivos del arte hecho a mano proporcionan el escape ideal del ajetreo de mi vida diaria.
Ya sea que elija dedicarse a la cerámica o explorar cualquier otro esfuerzo creativo, encontrar su ritual de relajación es un viaje que vale la pena emprender. Si estás interesado en ver clases de cerámica en Valencia, "Yo, Salu & La Ceramica" tiene muchas opciones. Obtenga más información sobre sus ofertas aquí .
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